No, lectores y lectoras. NO he escrito con la boca llena. Ni mucho menos. Si nunca escuchaste la palabra Sopapo es que no tienes madre o es que es demasiado buena. Todos hemos sentido alguna vez la palabra Sopapo en las mejillas. Y le ha dolido más a nuestras madres que a nosotros, casi.
El nombre de la palabra se debe a la cara que se te queda cuando recibes uno: te quedas boqueando cual carpa en la ribera del Tormes, articulando unas silenciosas sílabas que solo podrían decir “SO-PA-PO” si es que pudieras articular palabra.
El origen de la palabra es incierto, pero podemos asegurar que cuando llegó a tierras castellanas la palabra era “papo”. Nuestros antepasados perfeccionaron tanto la técnica de dar papos que te parecían dos en vez de uno cada vez que los recibías. Es por esto que pasaron a denominarlos So-papos, convirtiéndose así en una decente palabra castellana.
Frases:
-¡Sopapo te iba a dar yo a ti!¡Pero en ese culito que llevas!
-¡El que haya pisado la cocina recién fregada se va a llevar un sopapo que le va a parecer un ciento de ellos!
Enllenado:
¿Nunca os ha pasado que cuando vas a regar las acelgas se os ha enllenado el pilón de barros? ¿O cuando llega el nublao malo de setiembre y coges la pelliza pal fresco y está enllenita de bolas? Cosa mala, galán. Cuando algo se enllena nunca es cosa buena. Te enllenas de estiércol los pantalones de tergal o los pelánganos de ladillas. Te se puede enllenar el chucho de pulgas o el pocilgo de ratas. Las hogazas se ponen to enllenás de moses y el tinto de posos.
¡Pero no!¡Descuida que no! No vienen los socialistas a enllenarte de perras los bolsillos de la la chamarra, ni el Marcial a ponerte enllenao el chato vino cuando te lo acabas. Tampoco viene la mujer con un colón enllenito de lomo embuchao o farinato cuando sales con la piara garrapos, no... Eso no se enllena, alimoche, eso está bien vaciao siempre.
Frases:
-¡Enllenita te iba a poner yo a ti!
-¡Me han enllenao la copa de drogaínas!
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