viernes, 14 de mayo de 2010

Diario de un Simio. Triste historia final

     Hola queridos lectores, soy el VI Virrey de nuevo. ¿No podíais ya con la intriga eh? ¿Queréis saber que pasó a continuación en la vida del mono sodomita? ¿Esta serie de preguntas os están jodiendo eh? ¿ Que os diga que sois unos aficionados a los telefilmes de la 3 los domingos y que por eso os gusta la historia del mono os jode más eh? 
 

     Bueno, ya habiendo cabreado lo suficiente a mis lectores y habiendo ya metido paja para que no me quede el post muy cortito, puedo seguir con el relato de la triste vida del mono. Nos encontrábamos con el mono viviendo con el autor de forma apacible, tanto que el mono se había relajado y había empezado a ser feliz por primera vez en su vida. Todo parecía ir bien, pero una noche el autor entró tambaleándose por la puerta de casa, tenía los ojos inyectados en sangre y apestaba a vino peleón. El mono fue a interesarse por el estado de su amado amo, pero este ciego de ira, le sacudió un guantazo y le ató a la cama. No es agradable de describir lo que pasó a continuación, así que diremos que el autor introdujo una pala excavadora en una cueva peluda, aunque el ecologista dueño de la cueva no quería que acabará con la bonita virginidad natural del paraje. Una vez ocurrido tan lamentable incidente, el mono convirtió todo el amor que había procesado al autor en odio hacia la sociedad, se volvió realmente un cabrón y desarrolló un malsano gusto por el porculamiento no consentido, no por placer, sino por hacer daño, que era lo que en realidad le gustaba. El mono hasta la fecha había colaborado con el autor de forma voluntaria en la elaboración de las tiras cómicas con las que este se ganaba la vida, pero a partir del incidente, el autor obligó al mono a realizar todo el trabajo o si no le castigaba tanto física como psicológicamente. Las tiras del mono llamaron la atención de muchos editores, estaban llenas de energía y rabia, al autor (que firmaba las tiras como propias) le llovieron las ofertas, pero finalmente fichó por nuestra página Web. Rápidamente el servicio seguridad virreinal se dio cuenta de la utilidad del mono para cierto tipo de trabajos y subarrendamos al mono al autor a cambio de darle un extra en su sueldo. La historia de los trabajos del mono para el virreinato es por todos conocida, demostró ser uno de los agentes de disuasión y castigos más eficientes de la historia, pero lamentablemente el estado de violencia que vivía continuamente tanto en casa con el autor como en las misiones, le acabó de trastornar definitivamente.


     El pobre mono, ha desarrollado en los últimos tiempos nuevas manías, como el lanzamiento de excrementos o escupir a los bebes, la verdad es que le vemos cada día mas jodido, le intentamos mandar al menor número de misiones y evitar que el autor se pase con él, nos sentimos un poco culpables de haber contribuido a perder una de las mayores mentes que ha dado la naturaleza, nos preguntamos cuantos descubrimientos científicos podría estar realizando en vez de estar dando por culo, lanzando mierda y escribiendo tiras cómicas. La historia del mono llega así a la actualidad, estamos pensando en retirarlo definitivamente, pero es difícil encontrar un sustituto apropiado, es más efectivo amenazar con enviarle a él, que enviar otros animales trastornados con los que contamos, por otra parte el autor se ha acostumbrado a vivir sin dar palo al agua y será casi imposible convencerlo de que deje marchar al mono.


1 comentario:

  1. Flipante o_0 me quedo con la ultima foto. Aun asi prefiero las contestaciones del señor virrey a los lectores o_0

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