miércoles, 12 de mayo de 2010

Diario de un simio. Primera parte

Hola queridos lectores, soy el VI Virrey, hoy no vengo a contaros ninguna de mis batallitas ni a responder a vuestras apremiantes cuestiones vitales, hoy vengo a contaros una triste historia, la desgarradora historia del Mono Sodomita. Se que es uno de los más terribles miembros del personal de esta Web, y que muchos le tenéis miedo, pero quiero demostraros que es como Darth Vader, si cayó en el lado oscuro,fue por su difícil vida, y que en un futuro seguro que logrará alcanzar la redención (bueno de esto no estoy tan seguro porque el cabrón disfruta siendo un sádico).En estas líneas os contaré como el mono pasó de ser el miembro más inteligente de su especie a ser la mascota-esclavo de un autor, alcohólico y propenso a la sodomía, de tiras cómicas. La triste historia del mono empieza hace unos 25 años en un Zoo de cuyo nombre no quiero acordarme. Nuestro mono protagonista destacó desde su más tierna infancia, ya que en la escuela de monos era el único que aparte de saber comer hormigas con un palito era capaz de leer, escribir y hablar el idioma de los humanos. Pronto estas cualidades le granjearon el odio y envidia de sus compañeros, empezando las agresiones y el robo de los bocadillos de nocilla con chorizo.



Su madre viendo el futuro de amargura y repulsa social que le esperaba en su grupo, debido a sus especiales condiciones, decidió mandarlo a un centro especial para simios superdotados. Este cambio marco la vida de nuestro sodomita simio, que nunca entendió la decisión de su madre y la vivió como un abandono y un rechazo. Este sentimiento de abandono le llevó a iniciar un comportamiento autodestructivo y desordenado. Fue expulsado de la Universidad de Harvard (a la que fue después de graduarse en el centro especial no sin haber sufrido problemas debido a su comportamiento) donde estudiaba ingeniería aeroespacial. Su expulsión de Harvard se produjo después de que destruyera un vehículo espacial en el que estaban trabajando en su laboratorio al usarlo como coche de choque. Después de su salida del mundo académico dio aún más rienda suelta a su comportamiento autodestructivo, empezó a beber como un Irlandés el día de San Patricio y se dedicó a la lucha libre profesional para ganarse la vida, pero rápidamente también fue expulsado de esta profesión, esta vez por lanzar excrementos al público.



Una vez perdido su medio de subsistencia, se intentó ganar la vida jugando al póker por Internet, hasta que acuciado por las deudas cayó en manos de un prestamista sin escrúpulos que se lo vendió a un alcohólico dibujante venido a menos.



Al principio el dibujante, que se hacía llamar “el autor”, fue bueno con el mono, le cuido, le ayudo a superar su dolor y le volvió a dar confianza en si mismo, el mono adoraba al autor y sentía que era como un padre para el, cariñoso y protector. El mono pensaba que su infierno personal había acabado, que había logrado alcanzar su sitio en el mundo y que por fin podría ser feliz. La cruda realidad era otra, y pronto lo descubriría.Continuará...


2 comentarios:

  1. La historia me ha llegado al corazón, me voy a tatuar: Libertad para el mono sodomita

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  2. Hola soy fan desde hace varios dias del mono-sexy puedo hacer que en su proxima historia el mono ataque a los maximos mandarios de la ciudad vecina? me ahogan a impuestos y el virrey no es capaz de imponer en garrido una tasa de autobuses distinta a la de la ciudad vecina? dejenos incomunicados pero por diox! no nos haga esto ¬¬ no aguanto tantos impuestos al final terminare como acabo el encardo del Eroski de los cipreses veras...

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