lunes, 3 de mayo de 2010

Diario de un Garridense VIII

     Sonará a tópico de peli americana o de los Simpson, pero como no teníamos nada que hacer una tarde de primavera, allá en los inicios de nuestra perversa adolescencia, decidimos llegarnos hasta el puente de la vía que hay sobre la carretera del polígono para escupir a los coches que pasaban. Era bonito pillar el truquillo y darle a todos los que veías venir, pero era más gratificante si cabe, lograr acertar a alguno de los que venían en la otra dirección, ya que tenías que calcular por el sonido. Además, como el conductor no te veía a ti, seguro que le dabas una sorpresa si acertabas a la luna del coche. Pero lo que más motivaba era llevar más lapos en el blanco que los demás.


     Claro, como un adolescente en plena pubertad presexual es capaz de expulsar alrededor de 15 litros de escupitajos por hora, en plena hora punta de volver del curro, en pleno éxtasis de gapos y en plenas condiciones de escupidor, nuestros 15 litros de jardos solo nos duraban como 10 minutos.

     Total, que a alguno de los compinches se le acabo se ración de napos y decidió rizar el rizo. ¿¡Qué os apostáis a que le doy con el chicle a uno!?

     ¡¡¡¡Y VAYA SI LE DIÓ!!!! El pavo se debió pensar que era una piedra, tiró de freno de mano, se bajó del coche y a plena voz gritó: ¡¡¡HIJOPUTAAAAAAAAAASS!!! ¡¡¡OS VOY A MATAAAAAR!!! Y empezó a correr hacia la subida del puente. No hizo falta más. Corríamos como nunca lo habíamos hecho mientras a nuestras espaldas oíamos: ¡¡¡¡OS CONOZCO CABRONES, YA VERÉIS CUANDO OS PILLE!!!. Creo que cruzamos el Würzburg hasta el pabellón en menos de un minuto. Uno de los colegas se cayó en los setos, pero logró agazaparse y quedarse escondido.

     Cuando logramos sentirnos seguros y recuperar el aliento, más allá del San Agustín, nos dimos cuenta de que faltaba uno y aparte de eso empezamos a desvariar: que si era el tío de fulanito, que si era el kinki Nosecuantos, que si era un vecino de Nosequien, etc. Pasamos toda la tarde acojonados, mirando por todos los rincones por si veíamos el coche y cuando encontramos al pobre colega perdido no quería ni hablarnos. Estuvimos un tiempo con un miedo de la ostia a que realmente el tío nos reconociera, cosa que por supuesto hoy dudo, y desde luego no volvimos a ir por allí a soltar nuestros maléficos fluídos.

4 comentarios:

  1. asiq fuisteis vosotros grandes maricones los que me tirasteis el chicle!!!! ya vereis como os coja! garrido no es tan grande!! andaros con cuidado al cruzar las esquinas...

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  2. esquinas? eres una puta?

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  3. xD que topico es todo aunque podria haber acabado peor:

    http://www.salamanca24horas.com/noticias/quema-de-neumaticos-en-el-poligono-los-villares-25326.html

    Esta al tanto el virrey de los distirbios?

    Pregunta para el proximo informe!
    saludos.

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  4. Yo me acuerdo de quien tiró el chicle pero no sé quién se quedó agazapado jaja.

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